Recolección, Elaboración y Almacenamiento

Recolección, Elaboración y Almacenamiento

Recolectamos nuestras aceitunas en el momento justo, cuando aún conservan toda su frescura, intensidad y carácter. Esta cosecha temprana no es una coincidencia, sino la clave para obtener un aceite lleno de vida.

En menos de dos horas, el fruto pasa del olivo a la almazara. Allí lo limpiamos cuidadosamente y lo procesamos en frío, sin alterar sus propiedades, sin prisas y sin pasos intermedios innecesarios. Todo sucede en nuestra finca, bajo control directo: desde la cosecha hasta el embotellado.

El resultado es un aceite de oliva virgen extra auténtico, con matices que reflejan su entorno y una elaboración que respeta el ritmo natural de cada aceituna.

Nuestros aceites monovarietales son de recolección temprana por lo que conservan mejor todos los aromas y propiedades. 

Tan sólo 2 horas después del inicio de la jornada, las primeras partidas de aceituna llegan a la almazara, donde se hace una primera inspección visual sobre el estado del fruto, verificando que el mismo esté sano y con buen aspecto exterior. Posteriormente se procesa en la planta de limpieza consistente en separar la aceituna de posibles impurezas tales como hojas y ramas, mediante un ciclón que las sopla,y lavado para pasar a su posterior almacenamiento en sus tolvas de acero inoxidable y su inmediato procesado.

La molturación y el batido se realizan en frío, y un tiempo de batido muy corto, conservando de esta manera todos los componentes volátiles, causantes de los aromas y sabores frutados que se transmiten del fruto al zumo, como si de una naranja se tratase.

Tras el batido viene la centrifugación física, que consiste en la separación la parte líquida; alpechín (agua de vegetación) y aceite, de la parte sólida; masa (hueso, pulpa,…) como consecuencia de las distintas densidades que tienen los componentes de la aceituna.

Como fase final para el procesado del aceite, éste se limpia en la centrifuga vertical, que al igual que en la horizontal, consiste en la separación líquido (aceite) –liquido (alpechín), como consecuencia de sus diferentes densidades. Es a la salida de esta vertical, cuando el maestro hace su clasificación del aceite que irá a unos u otros depósitos, mediante la cata.

Una vez clasificado en sus correspondientes depósitos, el aceite se deja decantar de manera natural , tras el decantado filtraremos todo el aceite, para que de esta manera evitemos la purga de depósitos, que no llega a ser perfecta y evitar así que las posibles humedades e impurezas decantadas pueden ejercer un efecto negativo en su evolución durante el resto del año.

Inmediatamente son trasegados y almacenados en depósitos , bajo una temperatura controlada en la misma bodega entre 18º - 20º, listos para su envasado directamente, para que de esta manera, permanezcan inalteradas durante todo el año, sus cualidades tanto químicas, como sobre todo organolépticas.